En primer lugar tuvimos un principio de incendio en el jardín Nº19. Esto tiene la gravedad de que luego el Consejo de Educación intentó negar que se tratase de un problema de la caldera, luego desmentido por el Cuartel Central de bomberos. El Conservatorio de Música y la EPP 78 (donde funciona parte del Polivalente de Arte y una EPJA, porque no termino la obra de su edificio) están sin clases por falta de agua. El secundario 19 tendrá suspensión de actividades hasta el viernes porque se rompió la calefacción.
El Consejo de Educación le prometió a la Coordinadora de Estudiantes arreglar estos problemas a principio de año y sostuvo que la pérdida de clases se debía exclusivamente a la huelga docente.
Otro caso es el del Guatemala, donde funcionaban cuatro instituciones, y que experimentó todo tipo de problemas a lo largo del año: falta de electricidad, de agua, de limpieza, problemas en los baños. En estas semanas se les retiró el medidor de gas por varias fugas en la instalación. La solución del Consejo fue enviar a los alumnos a distintos entes educativos. Segundo y tercero en la parroquia María Madre de la Iglesia (!). 4to año en la UTN y 5to en las aulas del INSET.
Lo más llamativo es que han enviado a primer año a la UNPA donde funciona actualmente el ciclo orientado del Polivalente, desde hace más de dos años. ¿Acaso la UNPA se esta convirtiendo en un deposito de alumnos cuyos edificios no son acordes a la cantidad de estudiantes ni han recibido ningún tipo de mantenimiento? ¿O es que el Consejo quiere seguir el ejemplo de lo que hizo con el Polivalente, hoy funcionando en tres lugares distintos y esperando la finalización tardía de una obra que debiera haberse terminado hace años? Con el agravante de que el único lugar habilitado hoy no tiene calefacción.
La crisis educativa es estructural. El problema no es el paro docente o de trabajadores estatales, sino que el gobierno no garantiza las condiciones para que se dicten las clases, desde el mantenimiento edilicio hasta el pago del sueldo a los trabajadores de la educación.
Desde la UJS (Unión de Juventudes por el Socialismo ) entendemos que esta crisis abarca a todos los establecimientos educativos y merece una respuesta de conjunto de los estudiantes de la ciudad y la provincia.